

Esteban Gonzalo Rogel
Texto y fotografías
En la Ciudad Artista
Fallero, creada entre los años 1965 y 1968 en el noroeste de
València como primera ciudad temática de España, hay desde 1993 un museo
llamativo, peculiar y didáctico, sobre las fallas, quienes las construyen, y
los sistemas, modas y materiales utilizados según épocas.
La visita comienza con el documental Fent
Falles (Haciendo Fallas), de 13 minutos de duración, en el que van
desfilando, cronológicamente, las fallas que obtuvieron el máximo galardón
desde 1902, y las plantadas en la plaza principal de la ciudad, la actual del
Ayuntamiento, promovida entre 1942 y 1980 por una comisión de empresarios,
fuera de concurso y como símbolo de las demás, que tuvo continuidad municipal
desde 1981 con la adición en 1987 de una fallita infantil.
La parte más importante de lo expuesto la constituyen los
ninots (figuras) y grupos que el Gremio de
Artistas Falleros ha ido indultando del fuego purificador de cada 19
de marzo por su peculiaridad y valía artística. La variedad de temáticas y
estilos comienza con el Palmito de boda (Abanico
de boda) que
realizó el artista Modesto
González en 1948 como parte de la falla que plantó en la calle Pie
de la Cruz, en el barrio del Mercado de València, y continúa con ninots y
escenas divertidas, jocosas, eróticas, raras, satíricas y enternecedoras, con
información del año y falla donde estuvieron, y el autor.
Los ninots, los protagonistas falleros, a mitad del siglo
XIX los construían con un esqueleto de madera y alambre con estopa y revestidos
con ropa vieja, una careta y si acaso viejos calcetines y guantes rellenados
con paja para simular los pies y las manos. A partir de 1863 tuvieron la enorme
mejora artística de la cara y las manos realizados con cera, en los años
treinta del siglo pasado se fue estandarizando el uso del cartón con su apogeo
en los años cincuenta, que fue mayoritariamente sustituido por el poliéster
reforzado con fibra de vidrio en los años setenta, y a su vez desplazados,
generalizadamente desde los años ochenta, por el poliestireno expandido (corcho
blanco), material que permite esculpir directamente las figuras y realizar
grandes grupos y decorados con poco peso. Los primeros esqueletos fueron “els parots”, los artilugios de madera
donde colgaban los candiles que alumbraban a los carpinteros en las largas
tardes hibernales. Acostumbraban quemarlos en la puerta del taller al finalizar
el invierno, por innecesarios al poder trabajar con luz natural toda la jornada
laboral. Y alguien tuvo la ocurrencia de vestirlo para satirizar
comportamientos de barriada o de entidades. El humilde comienzo del apogeo
actual como fiesta principal en muchos municipios de la Comunidad Valenciana.
Maquetas, realizadas con escayola o plastilina, informan a
los visitantes como fueron las estructuras y composiciones de algunas fallas
monumentales, y hay una, de tipo tradicional en fase constructiva, para
que
vean como es su proceso de ejecución, desde el diseño hasta los acabados
finales, pasando por la carpintería sustentadora, el modelado de figuras y
escenas, el armazonado y la pintura. Trabajos donde además de los artistas
intervienen muchos ayudantes especializados.
La exposición de bocetos originales es amplia, siendo los
más antiguos dos realizados por José Soriano Izquierdo en 1927, como también la
de fotos de fallas.
Asimismo, muy nutrida la colección de “llibrets”, los opúsculos que editan las comisiones especificando
quienes la componen con sus falleras mayor e infantil, la explicación
versificada de la temática de sus fallas, y el programa de los festejos que
realizarán.
También hay expuestas publicaciones del Gremio Artesano de
Artistas Falleros, fundado en 1943 por el artista Regino
Más como continuador de la Asociación de Artistas Falleros que él creo
en 1932.
Sección importante la dedicada a la participación de los
artistas falleros en la construcción de decorados para películas y
escenografía, carrozas para carnavales y otros festejos, exposiciones
temporales e instalaciones para parques de atracciones. En superproducciones
internacionales como 55 días en Pekín
(1953) y La caída del Imperio Romano
(1964), ambas rodadas en España, y en muchas filmaciones españolas, entre ellas
Bienvenido Mister Marshall (1952), Gigantes y Cabezudos. (1969), y Nacional III (1982).
De las exposiciones temporales destacó grandemente por su
monumentalidad y belleza la dedicada en 1984 al Antiguo
Egipto: edificios y estatuas montados en la explanada de acceso al
conocido centro comercial de València que contrató su ejecución. Y de las
fijas, Gulliver en el país de los
liliputienses, ubicada en el Jardín del Turia, cerca de la Ciudad de
las Artes y las Ciencias, que cumplió treinta años el pasado 29 de diciembre.
Ciudad temática, en el distrito de Benicalap, promovida por
el citado Regino Mas, donde primero construyeron 50 naves para que los artistas
falleros tuvieran un lugar digno donde trabajar, y después, viviendas
asequibles, escuelas, iglesia, la sede y oficinas del Gremio, promotor y
gestionador del museo, y otros servicios. Y los nuevos vecinos ya plantaron
fallas mayor e infantil en 1971.
Visita al museo que se puede ampliar a la iglesia del
barrio, dedicada a San José Artesano, para ver las ocho copias en cartón piedra
de los apóstoles de la fachada gótica de la Catedral de València que hizo
Regino Mas por encargo de la española CIFESA para su utilización en películas
historicistas. Ellas y la escultura, en escayola y a tamaño natural, del
emperador Octavio Augusto, que está expuesta en la entrada del museo, son lo
único encontrado de los espectaculares decorados para superproducciones en las
que trabajaron muchos artistas falleros.
Compendio expositivo, remodelado en el 2019, para que a lo
largo del año españoles y visitantes de otros países puedan conocer Las Fallas.
Máxime, cuando el año pasado fue suspendida su celebración y anuncian festejos
virtuales para ayudar a mantener la ilusión en los próximos días falleros, ya
que no se pueden realizar de modo tradicional mientras dure la pandemia del
Covid-19.
Avda.
San José Artesano n.º 7 - València.
Horarios
de visita. - Lunes a viernes de 10 a 14 horas y 16 a 19 horas. Sábados de 10 a
14 horas.
Por
posibles cambios es conveniente, mientras dure la pandemia del coronavirus,
consultar los horarios en el teléfono 96 347 9623 o en reservasmuseo@gremiodeartistasfalleros.es