¡Ha caído la nevada del siglo! sepultando muchas ciudades de
España, entre ellas Madrid, en centímetros y centímetros de nieve y luego una
ola de frío como pocos recuerdan. Muchos españoles, a pesar de los consejos
de las autoridades de quedarse en casa, tienen que salir a trabajar o aguardan
largas colas en supermercados para abastecerse de comida y en la mayoría de
los casos tienen que pasar más tiempo de lo recomendable a la intemperie.
También muchos niños están disfrutando de la nieve en las
calles, pero hay que ser precavidos y no solo por los resbalones o por
constiparnos, nuestra piel es la primera en notar las bajas temperaturas y no
basta un gorro, unos guantes o un buen abrigo ¿realmente sabemos cómo afecta el frío
a nuestra piel y cómo protegerla? Según los expertos de www.nutritienda.com, la
empresa online líder en productos de salud y belleza, la respuesta es no, y es
que siete
de cada diez españoles no protege adecuadamente su piel cuando sale a la calle, por ello,
nos cuentan todo lo que tenemos que saber para proteger nuestra piel durante
estos días.
Lo primero que debemos saber es que el frío produce
vasoconstricción en los capilares de nuestra piel, lo que hace que
se contraigan y que no llegue suficiente oxígeno a nuestra dermis. El primer efecto
es ver la piel seca y apagada. Por otro lado, el frío también hace
que nuestras células no se renueven a la velocidad que deberían, acumulando una
capa de células muertas que impiden la nutrición natural de la epidermis
produciendo tirantez y pérdida de luminosidad. Esta sequedad suele transformarse en
piel enrojecida que traen consigo sensación de picor o escozor en la
zona, y en
algunos casos que se empiece a pelar, especialmente los labios
produciéndose lo que se conoce como “labios cortados”.
Pero, ¿todas las pieles son igual de propensas a enrojecerse
con el frío? No, las pieles más blancas, claras, finas y secas son las que más se enrojecen
debido a que tienen menos glándulas sebáceas que la protejan, especialmente
en zonas
como el rostro, el cuello y las manos, que son las que más sufren.
Por ello, los expertos de Nutritienda.com
aconsejan cómo debemos cuidar nuestra piel en estos días de extremo frío:
1. Protegernos del frío
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que debemos abrigarnos bien y no solo
el cuerpo, si no que tenemos que prestar especial atención a las partes
descubiertas como las manos, el rostro y la cabeza, especialmente los
que tengan poco pelo, además de la obligatoria mascarilla es conveniente que
nos pongamos una bufanda que nos cubra la barbilla, el cuello y la nariz,
además de gorros y guantes y mejor que sean de tejidos de calidad como el
algodón.
2. Limpiar y exfoliar la piel
Una buena limpieza facial en época de extremo frío nos
ayudará a eliminar las células muertas y dará más luminosidad a nuestra
piel, además,
a medio y largo plazo retrasará la aparición de arrugas y manchas. Para
ello debemos limpiar la cara con agua tibia y un limpiador facial específico
para nuestro tipo de piel así los poros se abrirán y la piel se oxigenará.
Después es recomendable el uso de tónico para regular nuestro ph, cerrar los
poros y aumentar el riego sanguíneo.
Además de esto, es fundamental exfoliar nuestra piel, con
este frío, hay que hacerlo al menos una vez a la semana, de esta manera
eliminaremos las células muertas y también la suciedad, renovaremos la piel, y
activaremos la microcirculación. Se pueden usar exfoliantes caseros
Ingredientes como el azúcar, el café, la sal marina, la avena o la miel se
pueden utilizar como exfoliantes caseros. Lo más importante es que el
exfoliemos nuestra piel de manera suave, ya que la del rostro es la más
delicada.
3. Hidratarnos la piel
Como se ha comentado antes, el frío produce una mayor
sequedad en nuestra piel por lo que es fundamental mantenerla hidratada, en el rostro una
buena opción es usar aceites y cremas untuosas ya que penetran mucho mejor y
no obstruyen los poros y que contengan activos calmantes y descongestivos como
el aloe vera y la avena, también que contengan nutrientes, vitamina C y colágeno para
ayudar a la regeneración celular.
4. Mantener los labios también hidratados
Además de la cara, los que más sufren las bajadas de
temperatura son los labios. El frío hace que la fina y delicada piel de los labios
pierda humedad haciendo que se agrieten y enrojezcan, además ahora
con el contacto continuo con la mascarilla hace que estén más delicados que
nunca. Para que los labios no sufran en estos días es conveniente cuidarlos
igual que la piel. Lo primero hay que hacer una buena limpieza, igual
que en el rostro, se puede exfoliar los labios un par de veces a la semana,
para eliminar las células muertas. Se mezcla una cucharada de miel con dos
cucharadas de azúcar y se frota suavemente, es conveniente dejar actuar unos 20
minutos. Después sólo hay que limpiar los labios con agua tibia e hidratarlos.
Hay diferentes bálsamos labiales, los mejores son los que son ricos en aceites,
o ingredientes como lanolina y alantoína que ayudan a mantenerlos
hidratados y humectantes durante más tiempo. También hay que tener en cuenta
que es fundamental
usar protector solar para los labios,
aunque ahora mismo no es la máxima prioridad ya
que los tenemos cubiertos con
la mascarilla, pero no está de más ya que los rayos uva pueden
atravesarla. Por último, hay dos errores que se cometen frecuentemente y que es
mejor evitar: humedecerlos con nuestra saliva ya que al
contacto con el frío se irritan y secan más y arrancarnos o mordernos los
pellejos en caso de que se hayan empezado a pelar.
5. Prestar atención al cuidado de las manos
Igual que la piel del rostro, la piel de las manos se
deshidrata por culpa del frío, se nota tirante y escamada e incluso pueden
producirse pequeñas heridas. Antes de nada, hay que exfoliarla e hidratarla, igual
que los labios y el rostro. Hay productos específicos para ello,
pero también se pueden usar los mismos que se usan para la cara, como el aloe
vera, la caléndula o la avena. Para mantenerlas lo más hidratadas posibles lo
mejor es utilizar cremas con alto contenido en glicerina, urea y aceites
vegetales como el de oliva.
6. Ducharnos con agua tibia
Uno de los errores más frecuentes que comete la gente cuando hace
mucho frío es ducharse con agua muy caliente pensando que de esa manera
aliviará el frío que sienten y no hay nada peor para nuestra piel ya que las
altas temperaturas favorecen que la piel se seque e incluso nos produzcan
eccemas o picores. Lo recomendable es ducharse con agua templada o tibia e incluso según
vayamos terminando ir bajando la temperatura del agua, así el contraste
al salir de la ducha será menor y nuestra piel sufrirá menos.
7. Evitar las fuentes de calor extremas
Otro de los errores que normalmente se cometen es tratar de
calentarse pegados a fuentes de calor extremas como
chimeneas o radiadores que se ponen al máximo para tratar de calentar la
estancia lo antes posible. Al igual que pasa con la ducha, la piel sufrirá el
cambio brusco de temperatura produciéndose irritaciones, rojeces y sequedad. Lo
ideal es mantener
nuestro hogar a una temperatura constante de entre 21 y 23 grados.
¡Nuestra piel lo agradecerá! ¡Y nuestro bolsillo también!
8. Cuidar nuestra alimentación y beber agua
No solo es imprescindible tener nuestro cuerpo hidratado por
fuera, también por dentro, por ello es fundamental beber dos litros de agua al día,
aunque con este frío se tenga menos sensación de sed, una infusión calentita
puede ayudar y un zumo de naranja además de hidratación aportará
vitamina C que colabora en la formación normal del colágeno y es antioxidante. La alimentación también ayuda
a una rápida recuperación de la piel después del frío, lo ideal en esta época
es tomar muchas verduras como zanahorias, tomates, hortalizas de hoja
verde como las espinacas y el brócoli, frutos secos, especialmente las
nueces,
pescados como el atún, bacalao, salmón o sardinas, también
son recomendables los huevos y frutas como los arándanos, fresas,
granadas, uvas o aguacates.
9. No olvidar la protección solar y las gafas de sol
Puede parecer que. con las bajas temperaturas, el sol nos
afecta menos ya que no notamos tanto su calor, pero ¡nada más lejos de la
realidad! El astro rey siempre está presente por lo que no debemos olvidar
cuidar nuestra piel de sus rayos utilizando protección solar antes de salir de
casa.
Además, la nieve que ha sido protagonista estos días y aún
permanece en nuestras calles puede provocar un “efecto espejo” y reflectar los
rayos solares así que debemos llevar nuestro protector solar siempre que
estemos fuera y no olvidar tampoco ponernos gafas de sol.
Pero, además de lo mencionado anteriormente, los expertos de
Nutritienda.com dan
cinco remedios naturales para calmar la piel expuesta al frío, la nieve y el
viento:
Caléndula
Uno de los mejores remedios para aliviar la piel y
protegerla de las agresiones externas como el frío y la nieve es la caléndula. Los extractos de
ella alivian y calman la piel sensible e irritada y permiten que la piel
respire y se hidrate. Existen varios formatos: crema, jabón o
aceite. Entre sus propiedades destacan la antiinflamatoria para las
irritaciones, calmante y emoliente para las rojeces, cicatrizante para
la piel dañada e hidratante para la piel seca.
Aceite de Argán
El Argán es un árbol originario de Marruecos cuyo aceite se
obtiene del prensado de las semillas. Tiene un color dorado casi sin olor con
un alto poder beneficioso para la piel en invierno y temperaturas extremas. Contiene el doble
de vitamina E que otros aceites y es rico en ácidos grasos Omega 6 y
precursor
de vitamina A. Además de ser muy hidratante aporta suavidad y
tersura a la piel ayudando a prevenir la sequedad.
Aceite de Rosa Mosqueta
El aceite de Rosa de Mosqueta es uno de los más usados para
el cuidado de la piel en los últimos tiempos, es perfecto para nutrir y regenerar la
piel gracias a sus ácidos grasos esenciales, antioxidantes y vitaminas.
Para que el aceite de rosa mosqueta sea efectivo con tanto frío es necesario
que sea lo más puro posible y de buena calidad. Tiene un sinfín de propiedades,
además de cicatrizante es hidratante, regenera la piel, mejora las manchas y lucha
contra el envejecimiento cutáneo.
Avena
Desde hace siglos se utiliza la avena para cuidar la piel,
de hecho, los antiguos egipcios, griegos y romanos ya la utilizaban para tratar
distintas afecciones de la piel. Disminuye la inflamación al inhibir las
prostaglandinas, tiene acción antimicrobiana y elimina las células muertas.
Gracias a su contenido en beta-glucanos estimula la formación de colágeno, su
contenido en vitaminas y minerales ayuda a mantener la integridad de las
membranas y sus distintos compuestos fenólicos como polifenoles o
antocianidinas benefician especialmente a las pieles atópicas y secas.
Aloe Vera
El aloe vera aporta multitud de beneficios para la piel, ayuda a calmarla e
hidratarla tras la exposición de la nieve y el frío. Es una planta
que ha sido utilizada desde hace miles de años como cicatrizante,
pero
realmente además de eso hidrata en profundidad y actúa sobre la epidermis,
dermis e hipodermis. Después de exponer la piel al frío, viento y nieve se
puede aplicar una mascarilla con aloe vera para calmar la piel y regenerarla al
momento; se mezcla 20 ml de gel de aloe vera puro con una cucharadita de miel,
5 ml de aceite de jojoba y 5 gotas de aceite de árbol de té y la piel queda
como nueva.
Noelia Suarez, directora de
comunicación de Nutritienda.com, ha dicho: «La intensidad de
la nevada nos ha sorprendido a todos, paralizando muchas ciudades españolas y
por si fuera poco ahora nos viene encima una ola de frío como no se recuerda, y
aunque lo ideal y más recomendable es quedarse en casa, mucha gente tienen que
andar grandes distancias para ir a trabajar o esperar colas a la intemperie
para conseguir suministros y alimentos para el hogar, el frío, viento y nieve
hace que estos días nuestra piel se pueda ver más afectada que de costumbre,
especialmente en nuestro rostro y manos, por ello, desde Nutritienda.com hemos
querido dar unos consejos para ayudar a todos a mantenerla cuidada, hidratada y
en perfecto estado».
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